Muchos nos habéis preguntado qué es el tomate tamizado y cuáles son los usos del tomate tamizado Tomator en la cocina.
En primer lugar, hay que señalar que tamizar en la cocina es pasar un ingrediente por un tamiz o un colador para dejarlo más fino. Si lo aplicamos a nuestro tomate natural, lo que conseguimos es una salsa de tomate fina, sin pepitas y sin piel. Un tomate 100% natural con un aroma y sabor exquisito, listo para beber o utilizar en nuestros mejores platos.
Sí, habéis leído bien, nuestro tomate tamizado se puede utilizar para hacer desde un rico zumo de tomate, un refrescante batido energizante o un delicioso Bloody Mary como el que os dejamos aquí. Pero si en algo el tomate tamizado Tomator es el rey, es como base de pizzas. Si soléis hacer pizzas originales en casa, no dudéis en utilizarlo. Más allá del eterno debate de “con piña y sin piña”, está el de qué tomate utilizar para lograr ese punto exquisito en la pizza que a veces nos sorprende al tomarla en casa de amigos y familiares. Cuando lo probéis sabréis cuál es su secreto y, sin duda, no volveréis a usar otro.
Otro uso del tomate tamizado en la cocina es el de base para elaborar otras salsas que tengan como ingrediente el tomate, sobre todo las que se elaboran para pastas como la putanesca o la tradicional boloñesa italiana, de la que os dejamos su receta.
Para elaborar la receta tradicional de salsa boloñesa se necesita: 1 bote pequeño de tomate natural tamizado Tomator, 400 gramos de carne de picada mezcla de cerdo y ternera, 1 cebolla, 1 zanahoria, 1 ramita de apio y aceite de oliva Virgen Extra. Para su elaboración, además de una pizca de cariño haremos los siguiente: en una sartén ponemos el aceite con la cebolla, la ramita de apio y la zahoria. Cuando la cebolla esté transparente añadimos la carne que dejaremos hasta que esté bien dorada. Por último añadimos el tomate y dejamos cocinando entre 25 y 30 minutos para que reduzca bien. Corregimos de sal, sacamos y lista para acompañar un suculento plato de pasta.
Otro uso del tomate tamizado es como base en la elaboración de sofritos para elaborar ricos guisos con los que calentarnos durante el invierno o para hacer una deliciosa mermelada de tomate, ideal para poner en nuestra tostada o acompañar con un aperitivo a base de quesos.