Durante la Semana Santa se vive un momento especial en muchas cocinas. Cambian los sabores y los olores y se llenan las mesas de platos diferentes y potentes, ya que son días en los que el esfuerzo físico es mayor.

También la gastronomía está marcada por la tradición y en muchas casas ya se empieza a oler a miel, canela e incienso. Y la carne pierde protagonismo a favor del  pescado y, sobre todo, el bacalao, que es el más consumido y al que podríamos denominar plato estrella.

Uno de los platos más tradicionales en esta época del año es el bacalao con tomate, ya sea tomate frito o tomate natural triturado, os aconsejamos no renunciar a él durante estos días. Además lo podéis tomar frito, incluir en un tradicional potaje de vigilia, hacerlo al horno o con un delicioso arroz con verduras.

Son días de vuelta a la comida de madres y abuelas, quién más y quién menos mira hacia atrás para recopilar recetas contundentes para afrontar las largas jornadas que se viven durante esa semana. ¿Y los dulces? Su alto contenido energético los hace ser uno de los platos básicos de la Semana Santa. Por toda nuestra geografía se encuentran postres especiales: pestiños, torrijas, arroz con leche, leche frita… son muchos y variados las variedades que inundan cocinas, restaurantes, tiendas y bares.

Los fritos son otros de los grandes protagonistas estas fiestas. Buñuelos, tortillitas, pescadito frito o las tradicionales croquetas se convierten en protagonistas de reuniones con familia o amigos y para durante su elaboración reúnen en la cocina a grandes y pequeños logrando crear un ambiente único que año tras año se vive durante la Semana Santa de cada ciudad o pueblo de España.

¿Nos contáis que plato es el más típico en vuestras regiones?